Cultura corporativa en las empresas tecnológicas líderes
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Antes de la pandemia, la situación laboral de muchas personas no era la mas conveniente. Una constante situación de desasosiego ante los cambios en las empresas, el tóxico clima organizacional de muchas compañías con una gerencia mal llevada y presiones de la alta gerencia para llegar a obtener resultados a cualquier costo eran las constantes del diario vivir. Y así será siempre en muchas organizaciones.
Luego llegaron las noticias del covid-19 desde Asia. Las empresas empezaron a temblar desde sus cimientos y los cambios, despidos y reorganizaciones no duraron en llegar. Vimos comercios cerrados, carreras interrumpidas y sueños que no llegaron a convertirse en realidad para los empresarios y emprendedores.
Actualmente vemos un alto desempleo en todos los países de la región latinoamérica y mas allá. Las empresas han iniciado contrataciones, algunas tímidamente y otras de manera más agresiva.
Igualmente, la situación de muchos profesionales no es de fácil manejo. El desempleo se alarga y acentúa con los meses, las deudas no aminoran y los lazos familiares se ponen a prueba.
¿Cuáles son algunas posibles soluciones que según mi experiencia pueden ayudar a las personas a volver al empleo? Ya lo estamos atestiguando, estamos viendo nuevas conductas en muchas personas. Por ejemplo:
1) Iniciar nuestro propio negocio: Algunas personas, con vasta experiencia en profesiones y ocupaciones, con alguna red de contactos y facilidad para la gestión comercial, inician su “nueva profesión” desde su área de mayor conocimiento. Hablamos del autoempleo. Así, por ejemplo, vemos a contadores, abogados, ingenieros, financieros y auditores iniciar su propia firma de consultoría. El tocar puertas día a día y el promover sus servicios por redes sociales ocupa la mayor parte del espacio en sus tiempos libres. Peluqueros dependientes, ebanistas, soldadores o mecánicos que antes formaban parte de una empresa, hoy se lanzan, usando sus conocimientos, al abismo empresarial. No existen paracaídas, solo la ilusión de caer en el lugar correcto, pensando en iniciar ese proyecto pensado desde hace años, en los que quizás son los tiempos más atípicos que hayamos vivido.
2) Unirme al negocio familiar: Para muchos que iniciaron con las empresas de su familia, este es un nuevo empezar. “Solo los ríos no se devuelven” dice el viejo refrán. No sucede en las carreras profesionales de muchas personas. Volver a ese lugar que alguna vez me vio partir y reiniciar labores junto a hermanos, tíos y primos hoy es la norma. Si las oportunidades no existen en otro lado, entonces el único camino es hacer más fuerte a la empresa de nuestra familia. Para muchos no es el ritmo ideal, ni el mejor próximo paso, sin embargo, es el que más nos conviene, el que nos permitirá cubrir mis costos de vida de manera más pronta.
3) La competencia hoy sí es opción: A quienes han podido llevar una vida laboral corporativa, la competencia rara vez se parece el empleador ideal. No es así cuando el desempleo golpea a nuestras puertas. Hoy sí es una opción cruzar la calle y tocar las puertas del que fue adversario. Es una solución rápida, pero incómoda y muchas veces muy bien aceptada por la empresa del otro lado. Es una adaptación a una nueva cultura, a aprender y desaprender de manera rápida, a poder establecer nuestra marca en una empresa que siempre nos vio como su peor aliado, su competencia.
4) Explorar en otros países: En algunas naciones latinoamericanas, por tradición, historia y legado, el volar a los Estados Unidos siempre ha sido la opción primera. En estos momentos, no importan los títulos académicos, escuelas y universidades en las que estudiamos, deseamos estar donde las oportunidades se presenten de manera más cuantiosa, donde las oportunidades sean numerosas y en donde poder empezar desde cero sin mayor inconveniente. La distancia es difícil con nuestras familias, pero es una solución que generalmente la pensamos para el corto plazo, pero que para muchos se convierten en años de residencia, muchas veces en condiciones irregulares en ese país. Sea Estados Unidos, Canadá o Europa, todas estas nuevas aventuras hoy asoman en el horizonte profesional de muchas personas.
5) Presencia en LinkedIn: La automatización en las búsquedas de talento son hoy pan de cada día. Las empresas y consultoras de recursos humanos necesitan contratar muy rápido. Generalmente las búsquedas de profesionales son de pronta iniciación. Rara vez, salvo muy planeados proyectos, se realizan contrataciones para dentro de seis meses. Debemos reconocer que las oportunidades surgen por variantes como: empresa en crecimiento en el mercado, renuncias de personal, cambios en los perfiles y aptitudes de los actuales empleados, aumento de servicios, expansión de nuevos mercados. Tener presencia en LinkedIn hoy es equivalente a estar presente y visible. No ser parte de esta red profesional de contactos nos encierra en el “cuarto oscuro” del desempleo por meses y meses.
6) Redes de contacto: Un fenómeno normal y que vemos a diario es el de personas que logran un nuevo empleo referidas por conocidos, excompañeros, colegas de estudio o en cualquier tipo de organización de la que formemos parte. Los resultados son evidentes y muestran que de 10 personas en búsqueda de empleo, 8 lo consiguen por medio de sus redes de contacto, familiares y hasta vecinos. El saber expresar nuestra necesidad de empleo, saber explicar en qué somos excelentes y en qué tipo de empresas podemos agregar nuestro valor es nuestra mejor versión para ese próximo trabajo remunerado.
7) Analizar el mercado: ¿Cuántas veces escuchamos decir: “he enviado 150 currículos y nadie me llama”?. Cuando analizamos por qué no nos llaman, nos damos cuenta de que enviar el mismo currículo a todas las empresas es un error. Estamos enviando hojas de vida casi simulando “cazar mariposas”. El análisis de cada empresa, armar un listado de estas, describir las posiciones que podemos desempeñar y saber cómo presentarnos en la actual virtualidad del mundo, son habilidades que se pueden aprender y que son necesarias dominar para poder bailar mejor en la danza del desempleo.
En realidad, sea cual sea nuestra situación laboral, nuestra profesión, los muchos o pocos estudios que tengamos, nos estamos viendo en la obligación de movernos donde “el sol mejor nos ilumine”. El desempleo galopante es para muchos hogares la peor amenaza a su estabilidad y bienestar.
Queda de nuestro lado el buscar las mejores opciones y, aunque no muy populares y de nuestra entera simpatía, no queda más remedio que continuar caminando sobre nuestras hojas de vida hasta llegar al puesto o posición deseada. Automotivarnos, ser pragmáticamente positivos y lograr desarrollar un mayor “pensamiento estratégico” ante nuestra situación son diferenciadores que pueden ayudarnos de mejor manera a obtener ese ansiado siguiente empleo… o emprendimiento.
En Recluta, somos líderes en contratación y retención de talento. Estamos listos para ayudarlo con este tema: contáctanos hoy.